Imagen: Laurent Chechere
(...) Cualquier madre, sea de la especie que sea, protege con su vida a sus crías, las cuida y les enseña lo necesario para sobrevivir. ¿Cómo puede la gente atreverse a pensar que no sienten, que no sufren? Los animales son capaces de experimentar el dolor, el miedo, el hambre, el frío o el placer igual que nosotros. Si les haces daño chillan, si se asustan corren, si hace frío buscan el calor. Eso demuestra que son capaces de sentir, y a mí me da igual que sean capaces de razonar o no. Lo único que importa es que sienten. Y solo por eso, los considero y los trato como a iguales y merecen todo mi respeto. No puedo evitar derramar un lágrima al ser consciente de lo poco que sé sobre lo que siempre he llamado "comida". De la poca idea que tengo sobre cómo crecen, viven y mueren los animales que me como.
Me siento ignorante y tan engañada. Es como si cada palabra de Jake me partiera el corazón, o mejor dicho, como si cada palabra suya me hubiera ido destrozando una capa de la coraza que he ido creando alrededor de mi corazón para adaptarme a una sociedad enferma, insensible y completamente ciega. ¿Cómo podía creer que no sufren? Sencillamente nadie me lo había explicado.
Sencillamente yo tampoco me lo pregunté. (...)
EL DÍA QUE SUEÑES CON FLORES SALVAJES.
Dulcinea (Paola Calasanz)
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