viernes, 20 de diciembre de 2019

CUADERNO 5 (Cuando murió el último animal)




Cuando murió el último animal el mundo colapsó.
Durante meses cientos de científicos estudiaron al último cerdo del planeta. Lo tenían en una especie de urna de cristal donde le hicieron miles de pruebas. Donde el acceso estaba prohibido a cualquier persona ajena a la investigación. Intentaron por todos los medios clonar sus células. Era necesario. Para seguir alimentando a la población. Los animales estaban para eso. Y ese chancho era la última oportunidad.
Trabajaban turnándose, sin descanso. Entre la rabia y la desesperación.

Ese animal de cuerpo rosado, grande y de pelo suave, a veces levantaba la vista y los observaba. Y aguantaba esa mirada triste y cansada de los ojos de los humanos.
Intentando comprender el significado de tantos años de tortura a sus congéneres, de esa necedad.
Los humanos eran necios, sencillamente.
Se aferraban a costumbres arcaicas,a creencias estériles de veracidad.
Se negaban a avanzar. A evolucionar.

Y ahí estaban,  desaprovechando recursos, dinero y efectivos por seguir alimentándose de otras vidas.

Sí, el mundo colapsó cuando él murió.
Con una sonrisa. Aliviado. Él era el último.
Ya no comercializarían con más vidas.
Y eso le produjo paz.



Buenos Aires 2019

jueves, 19 de diciembre de 2019

sirena vuelve al mar...





Enredado siempre entre algas

maraña contra los dedos.
Cierras la madeja
con el fastidio del destino 

Y

el mordisco lo dan otros
encías ensangrentadas
miradas de criminales
a grandes rasgos,
podrías ser tú...

Echar el ancla a babor
y de un extremo la argolla
y del otro tu corazón
mientras tanto...te sangra.

Y el mendigo siempre a tu lado
tu compañero de viaje
cuando las estrellas se apaguen
tarde o temprano,
también vendrás tú.


Duerme un poco más,
los párpados no aguantan ya,
luego están las decepciones
cuando el cierzo no parece
perdonar...


Sirena, vuelve al mar,
varada por la realidad
sufrir de alucinaciones
cuando el cielo no parece
escuchar...

Dedicarle un sueño
cerrar los ojos
y sentir la oscuridad inmensa,
entregado a una luz,
como un laberinto de incertidumbre

Espías la pesadilla y sobrevolar el cansancio
Y en un instante la tierra otra vez

El miedo a traspasar la frontera
de  los nombres...
 como un extraño
Dibuja la espiral de la derrota
Y oscurece 
Tantos halagos!
 Y solo en la memoria que se va...



Héroes del Silencio
La Sirena Varada