Graffiti en una calle de Girona
De a poco se fue instalando el terror.
Cuando empezó la escasez. Cuando el mañana desapareció de nuestras vidas. Cuando perdimos la rutina y con ella nos balanceamos hacia el abismo de la desesperación.
Recuerdo cuando nos organizábamos las agendas para sobrellevar las semanas.
Escapábamos del automatismo sumergiéndonos en imágenes.
Inventando vidas. Persiguiendo la de los demás.
El terror se instaló cuando perdimos toda conexión.
No con la realidad, que esa fue el hachazo del día después.
Sino la conexión virtual. Cuando las pantallas se quedaron a oscuras. Cuando observabas absorto durante horas cualquier dispositivo y seguían negras, sombrías, tenebrosas...riéndose de nosotros.
Dejándonos en la más absoluta soledad.
CUADERNO 3 .
Me gusta mucho la foto y junto al relato resulta un todo bello e inquietante.
ResponderEliminarLas pantallas a negro...
... Cuando veo lo absortas que van las personas en sus pantallitas viviendo mundos que no pueden asir ni tocar y perdiéndose detalles maravillosos que pasan a su lado, me pregunto qué pasaría si hubiera un fundido a negro de golpe, duradero...
Me gusta mirar a mi alrededor, escuchar los sonidos, hasta las conversaciones, nunca llevo cascos por la calle, ni miro el móvil más allá de comprobar la hora o ver si he recibido alguna llamada o mensaje esperado.
Así que el apagón me encontraría haciendo mis cosas de siempre persiguiendo la luz, conversando, reflexionando... abrazando y haciendo reí a mis nietas...tomando café a media mañana como una cita con mi pareja con la que llevo treinta años.
Borges decía "estoy solo y no hay nadie detrás del espejo" no recuerdo si es exactamente así, pero esa es la idea. Buscamos conjurar la soledad inventándonos que sí hay alguien real al que importamos detrás de esas pantallitas.
Un placer pasar por aquí.
Besos,
Qué bueno lo que dijiste Tesa!! "buscamos conjurar la soledad inventándonos que si hay alguien real al que importamos detras de esas pantallitas"
ResponderEliminarQué cierto es!!!! Yo veo la gente cuando voy hacer un café, o en el metro, en la calle...me fijo porque yo tampoco voy con el móvil y veo...y miro y me fijo...
A veces hasta me da tristeza. Una pareja en un café y los dos mirando el teléfono.
Y me vuelvo a sentir rara o triste.
Ahora cuesta más conocer gente y hablar en cualquier lugar, porque las personas no se fijan en las otras personas...bufff...da para una entrada todo esto...
Siempre pienso en eso, que cayera el sistema y nos quedáramos incomunicados. Creo que se generaría caos. Un caos enorme. La gente no sabría qué hacer con el tiempo!
Como siempre tus comentarios son mejores que mis entradas Tesa y aprendo un montón!!!
Muaaaaa