Graffiti en El Mercado de las Pulgas
Buenos Aires
(...) Mi infancia no tuvo narrativa; todo era apenas una combinación de aire y falta de aire: esperar que la vida empezará, que el cuerpo creciera, que la mente se volviera temeraria. No había historias ni ideas, no todavía, no realmente. Solo cosas desenterradas de otro lado y rearmadas más tarde para ayudar a la mente a moverse. En esa época, sin embargo, era líquida, como una canción, no era gran cosa. Era simplemente un espacio con algunas personas dentro.
Pero se puede contar una historia de todas maneras.
Se puede tomar impulso, después empezar, hacerlo, y basta.
¿Quien se hará cargo del hospital de ranas?
LORRIE MOORE
La mente por formar, el futuro por escribir.. esa sensación que de haríamos algo grande con nuestras vidas y después la nada, el portazo de la rutina, los calendarios inamovibles.. quizás la vida sea eso.
ResponderEliminarYo creo que la vida es eso...nada especial.
ResponderEliminarCreo que imaginamos demasiadas cosas producto de leer o ver pelis. Pero en realidad la vida es rutina.
Estoy segura que esa rutina también se instala en esa gente que parece tener vidas de ensueño.
Muchos besos Beauséant