lunes, 26 de noviembre de 2018

Pender de un hilo




Museo Sivori
Museo de Artes Plásticas Eduardo Sivori
Parque Tres de Febrero, CABA



Hace unos días escuché una conversación entre dos personas en una cafetería. Estaban súper enfadados. Uno tenía un amigo en España y hablaban sobre como esta persona se quejaba de lo mal que estaban las cosas allí. Discutían que no podía compararse con la pobreza aquí en Argentina.

Cuando me preguntan a mi...a veces no sé qué contestar para no ofender. 
No. Sinceramente España no se puede comparar a Argentina. Aquí hay pobreza. La ves en todas partes. Ves los niños en la calle pidiendo. Muchos. Demasiados.
Y las "villas miseria" que se llaman...que te parten el alma. 
No. No podemos compararnos aunque las cosas vayan mal. 

Yo vivo en un barrio de clase media normalita. Y la miseria también reside en este barrio que todo el mundo dice que es bastante concheto (pijo). Donde se están poniendo por las nubes los alquileres y la venta de los apartamentos. Donde alquilar un local ya es cada vez más difícil. 

Pero cuando paseo a mis perros, encuentro cada día gente durmiendo en las esquinas. 
Gente joven, muy joven.  
Y gente muy mayor. 
Y camino y si no es un perro abandonado es una persona abandonada...
Recojo perros y los transito. Como hacía en mi casa. Y es un no acabar, porque al final tengo la misma vida que tenía allá...A veces pienso que uno "escapa" de algo, pero no lo consigue del todo.
La esencia no se pierde, por mucho que intentes sacudírtela a manotazos. 

Durante toda mi vida, muchas veces no he hecho cosas por vergüenza, más que por miedo. Vergüenza. Qué palabra estúpida y bochornosa. ¿Vergüenza de qué? Siempre pensando en...¿los demás? ¿ en la gente? ¿en la estupidez humana? Pues sí. Muchas veces, dejé de hacer cosas por eso. 
Me alegro de que la edad te quite prejuicios. Aunque debería ser más drástica todavía. 
Pero está bien. Así está bien.

Maduixa es uno de los perros que debería estar en adopción y no sé si al final se va a quedar en casa.     Me gusta Maduixa porque tiene "algo" con las personas que me emociona. Las ama. Sean quienes sean. No las teme. Camina dando saltitos feliz como una perdiz, mirando a los ojos de la gente que pasan a su lado. Si alguien le dice algo, ella se acerca corriendo y les da lametones. 

Con la gente que está sentada o echada en la calle, se acerca despacito. Con cuidado. Los mira y si ellos le corresponden a la mirada ella parece sonreír. Y se acerca para besarlos. 
Todos sonríen.
De verdad, que a veces se me para el corazón y me pondría a llorar. 
Con Maduixa he aprendido a acercarme a muchas de estas personas y llevarles comida. A veces es un desayuno caliente. Otras veces una bolsa con diferentes alimentos. 
Ella les da los mimos y yo aporto algo que es insignificante y que no arreglará su vida. 
Pero sí, esa parte del día. 

 Aquí, en Buenos Aires, hay mucha gente que se acerca a alguien que vive en  la calle a darle comida o llevarles un café caliente. Lo he visto muchas veces. En España jamás vi a nadie hacer algo así. Seguro alguien lo hace, no voy a generalizar. Pero aquí...aquí lo he visto seguido. 

Obvio, la mayoría es indiferente. El problema es real y existe. La miseria está en todas partes. 

Pero aquí, aquí he visto los ojos de un niño, un niño de no más de diez o once años, sentado en el suelo, fumando con la mirada perdida, como si tuviera cincuenta años...¿qué le pasa a la gente?
¿Qué pasó con gran parte de la sociedad? ¿Ese es nuestro futuro?

A veces duele demasiado mirar. 

Lo que me hace pensar que nadie está exento de perderlo todo. Que nuestra vida, siempre, siempre, pende de un hilo. Aunque nos parezca que jamás nos pueden pasar ciertas cosas.
La vida es un hilo demasiado fino y quebradizo como para desecharla con estupideces.
Me lo digo a mi misma. 


2 comentarios:

  1. Me ha quedado una tristeza profunda al saber que somos tan poco humanos por acá en España. Me dejas pensando.
    Un abrazo

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    1. Hola guapa! no creo que seamos poco humanos...creo que no estamos acostumbrados a ver tanta miseria. Creo, y es mi opinión, que no vemos más allá. El pensamiento generalizado de que hay "organizaciones" donde les dan comida y refugio...y que si no van es porque no quieren...Pero siempre la realidad es otra mucho más dura de la que "queremos creer". No sé si aquí es distinta la manera de pensar, pero es cierto que he visto muchas veces gente dando de comer a gente de la calle. Como por ejemplo, también es muy normal, llevarte la comida que te sobra en un restaurante y dárselo a alguien si no quieres llevarlo a casa. Eso me parece espectacular.
      Creo que España es una sociedad que se olvidó de lo mal que lo pasaron sus abuelos y bisabuelos y que todavía cree que las cosas no pueden ir a peor...y estamos muy equivocados.
      Te mando un besazo gigantesco!!!!!

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