sábado, 23 de enero de 2021

CUADERNO 4 (Decadencia)

                                                                  Una "Villa" en Buenos Aires


La decadencia a nosotros no nos atrapaba. La veíamos de lejos.
A veces alguien la fotografiaba.
Pero no iba con nosotros.

La decadencia se intuía. Se respiraba.
En el día a día.
En el tú a tú.
En las esquinas.
En los niños invisibles.
En las personas de otro mundo.

Vivíamos de espaldas a la decadencia. Porque nosotros no éramos ellos. 
No éramos el vecino sin trabajo, ni el cartonero, ni el indigente.

Nosotros vivíamos mirando imágenes hermosas; de casas de personas como "nosotros" que tenían muchos likes y muchos kilos de seguidores. 
De fotografías de viajes soñados, de zapatos de tacón que jamás nos pondríamos, de trabajos bonitos con fotos de estudio hechas con celular.

Vivíamos de la vida de las fotografías de los demás.

La decadencia no se nos pegaba, porque en las fotos de los dispositivos no llegaba.
Y si lo hacía...nos conmovían; Un minuto, un segundo...quizás leíamos...o no...porque el arte de leer y de comprender era un viejo truco de cincuenta años atrás. Que ya había perdido su magia.

Pero la decadencia estaba ahí...y se iba instalando. Más rápido de lo que jamás imaginamos. De lo que jamás creímos.

La historia pasada ya no importaba. Fuimos la generación de la vanidad. De la prepotencia.
Nunca creímos en la historia.
Fuimos absorbidos por una tecnología que conspiró desde el principio contra nosotros mismos. Alentó esa decadencia.
De otras miles de maneras.
Y la propagó.
Como un virus.
Como todos esos virus que vinieron tras el primero.

Creo que mientras vivíamos nuestra propia decadencia, ni siquiera ahí nos dimos cuenta.

8 comentarios:

  1. Nosotros mismos somos los que estamos creando nuestra propia decadencia y destrucción.

    Un buen micro que lleva a la reflexión.

    Es un gusto leerte de nuevo, eres cara de ver ;)

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola preciosa!!!

      Si...ayer escribía eso mismo en mi otro blog, que me cuesta abrir el ordenador, sentarme y escribir...
      Que me muevo más por Instagram por facilidad que no por otra cosa. Igual allí escribo poco.
      Y no sabes la pena que me da no tener esas ganas para sentarme y escribir. Supongo que va a épocas.

      Gracias por pasar, muchas gracias!!!
      A ver si retomo esa linda costumbre de volver a leer blogs y escribir en él. Tengo añoranza.

      Te mando un gran abrazo preciosa.
      Eres un amor

      Eliminar
  2. Una reflexión interesante... creo que hace mucho tiempo que vivimos vidas artificiales, ficticias, que exponemos en las redes sociales, que fingimos que son las nuestras y que nos impiden ver la realidad de lo que tenemos delante de las narices.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ayyyy!! hola Beauséant!!
      cuánto tiempo hace que no visito tu blog...a veces te leo...de vez en cuando, pero te debo un montón de comentarios, porque escribes tan bien...
      Creo que de a poco voy a ir volviendo a este mundo.
      gracias por estar ahí!

      Y es tal como dices...creo que nuestra realidad se distorsionó, sin querer...no sé que hemos hecho mal, ojalá sepamos regresar.

      un gran abrazo!!!!!!!! muyyyyy grande!!!!

      Eliminar
  3. Claro que se intuía la decadencia, se le veía asomar la nariz. Simplemente esto ha venido a acelerarla, a ponerla frente a nosotros en un segundo. Y no estoy segura de que mucha gente a la que no le ha tocado, que sigue a lo suyo, la pueda ver, cegados por la luz de sus pantallas y de sus burbujas.

    Me encanta leerte de nuevo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que no veremos el final hasta que no lo tengamos encima Dorotea...
      el futuro de la sociedad me da terror

      Gracias por siempre estar
      te debo un millón de comentarios!!!
      todo llegará!!!!
      Besossss

      Eliminar
  4. Qué buena foto para esta reflexión tan interesante y necesaria, Mamen. Me gusta mucho el cielo dramático y cómplice que enmarca esa otra realidad dura que nos empeñamos en ignorar u olvidar desde nuestro confort e indiferencia mientras nos miramos el ombligo y hacemos creer a quien se pase por nuestras Redes que somos felices y tenemos la vida que nos gustaría tener.

    Estamos ya en una sociedad ensimismada, frívola, adolescente, y cada vez más insolidaria y que se agrupa por relatos que coincidan con "su relato" el que menos les haga pensar y cuestionarse, de ahí que triunfen monstruos rídículos y pueriles como Trum, Bolsonaro o Abascal en nuestro caso...O personajillos que se hacen famosos con miles de chorradas patéticas.

    Como canta Serrat, si no fueran tan dañinos, nos darían risa...

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo has clavado Tesa...
      Ese día, cuando tomé la foto iba en coche, y me impactaron esas construcciones, me explicaron que era una "Villa", o sea un conjunto de casas que pueden abarcar una zona muy grande en medio de cualquier barrio, sin permiso de obras ni nada...a parte, son zonas conflictivas y muy inseguras.
      Pienso en las personas que viven allá, y aunque quieras salir de la pobreza, buscando un trabajo...quién emplea a alguien que vive allá?
      Debe ser muy difícil salir de un lugar así y ser 'normal''

      Ese cielo...como dices...es el drama de otras realidades que últimamente nadie tiene empatía por sentir.

      un gran abrazo Tesa

      Eliminar